La Comisión Europea “aconsejó” ayer a España que rebaje las cotizaciones sociales, compensando la pérdida de ingresos con un aumento del IVA, y que acelere el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años para garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo.
En relación a esta sugerencia de la Comisión Europea, Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, señaló ayer que existen otras posibilidades diferentes a subir el IVA (tal y como aconsejó la Comisión Europea) e indicó además que el Gobierno estudiará las posibilidades de aumento de la recaudación por vía de la fiscalidad indirecta y medioambiental, reduciendo así las tasas que gravan el empleo.
«Lo que haremos como Gobierno será apoyarnos más en la fiscalidad indirecta y medioambiental, y descansar menos las rentas del sector público en la fiscalidad sobre el empleo, que es lo que vuelve a recomendar la CE. No se fijen sólo en la figura tributaria (del IVA), aunque sea la más conocida. Hay otras posibilidades que también se citan en las recomendaciones de la CE y que están incluidas en el proyecto enviado por el Gobierno», ha argumentado Montoro.
El objetivo último de estas modificaciones que se llevarán a cabo en el ámbito de la política tributaria y de lucha contra el fraude será «acomodarse a las posibilidades de incrementar la recaudación, como aconseja la CE, puesto que el nivel de recaudación sobre el PIB es el más bajo de la UE».
En cualquier caso, Cristóbal Montoro ha señalado que esta primera valoración se hace a expensas de que los técnicos del Ministerio hagan un análisis más exhaustivo del documento remitido por el Ejecutivo comunitario, por lo que ha eludido entrar a valorar otras propuestas como retrasar la edad de jubilación o eliminar algunos tipos de IVA superreducidos.
Así, se ha limitado a subrayar que la CE «insiste (en su informe) en la importancia del alcance de las reformas estructurales del Gobierno» y «lleva la consideración de la difícil situación económica que atraviesa España, con la recesión y sus consecuencias en todos los órdenes, incluyendo la evolución de la recaudación».
«Hay que estudiar el informe pero quiero insistir en que es un reconocimiento a las reformas estructurales que se están haciendo en España y también a la realidad que estamos viviendo», ha zanjado.