En el comienzo de un nuevo año es habitual hablar de perspectivas de futuro. En este caso, de las pymes y autónomos. El Gobierno prepara nuevas reformas y, entre otras, esta semana se habla de su intención de reducir las cotizaciones que pagan los autónomos.
El Ejecutivo reconoce que es difícil que los jóvenes se decidan a montar un negocio si han de empezar a pagar antes de cobrar las facturas y en un momento en el que el crédito es prácticamente inexistente.
Esto no es nuevo en el mundo del autónomo y la pyme acostumbrados a prestar servicios y pagar a Hacienda sin haber cobrado sus facturas. Ahora el anuncio de la puesta en marcha de la obligación, por ley, de reducir plazos de pago a proveedores a 30 días se espera como agua de mayo en el colectivo. También la idea de crear un sistema para que los proveedores de cualquier administración puedan dirigirse directamente al ministerio para que éste arbitre la forma de pago de la deuda.
Otra de las ideas que se han trasladado es la posibilidad de dar a los autónomos un plazo de hasta cinco años para que paguen sus deudas a la Seguridad Social. Una alternativa para insuflar algo de aire a estos pequeños empresarios, además de valorarse la posibilidad de ampliar dos años el plazo de embargo de su vivienda.
Lo mismo ocurre con la atascada Ley de Emprendedores. El Gobierno ha llamado a pymes y autónomos a formar parte de la mesa de expertos que propongan ideas para desarrollarla pero sigue sin tener fecha. ¿Quizá el Debate sobre el Estado de la Nación previsto para febrero sea el punto de inflexión?
Se pagan más impuestos pero no se recauda más
Todos estos anuncios se producen en un contexto en el que se ha sabido que España recauda poco. De hecho, en 2011 fue la que menos ingresó por impuestos de toda la Unión Europea.
Los expertos apuntan a la economía sumergida y al fraude fiscal como causas y proponen una reforma del sistema que permita aumentar los ingresos sin subir la presión fiscal. Además de un mayor control del gasto público y el refuerzo de la lucha contra la evasión fiscal.
Incluso el BBVA ha puesto en marcha una encuesta en la que pregunta cómo mejorar la recaudación fiscal en nuestro país. ¿Quizá creando un «flat tax»? ¿Controlando más a multinacionales? ¿O bajando impuestos?
El tema preocupa y mucho. Se habla de que España camina hacia la deflación. Los empresarios se plantean cómo obtener competitividad. No digamos ya los más pequeños con las recientes subidas del IVA y el IRPF. Y eso supone una bajada de precios y quizá, devaluar los salarios, como apuntan los expertos, para buscar el equilibrio.
¿Es España un país para pymes?
Pymes y autónomos constituyen la mayor parte del tejido empresarial español. De hecho suponen el 99,88% del total según el ‘Retrato de la pyme 2012’ de acuerdo a los datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE) pero no lo tienen fácil.
Según apunta la web de Movistar, ‘Con tu negocio’ la carga fiscal en España para la pequeña y mediana empresa es muy superior a la media de los países desarrollados de la OCDE. Queda mucho por hacer.
Entre otras cuestiones en esta web se comenta cómo el tiempo que dedican las pymes al cumplimiento de sus obligaciones fiscales es cada vez mayor lo que les resta dedicación a su negocio. Quizá ahí podamos ayudar desde Contasimple, con nuestra herramienta de gestión de contabilidad e impuestos. Os animamos a probar.
Mientras, os dejamos una pequeña entrevista realizada por ‘Con tu negocio’ en la que David Ballester, experto en fiscalidad y economista, resume cuál es la situación fiscal en nuestro país y da algunas pistas para mejorarla.
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