Se veía venir. La subida del IVA que ha entrado en vigor en septiembre no traería buenas consecuencias para el sector de pymes y autónomos.
Este último colectivo se ha lanzado en tromba a reclamar medidas que permitan “salvar” la actividad comercial tras los datos de ventas en el comercio minorista conocidas esta semana: El desplome de esas ventas en un 12,6% en septiembre, coincidiendo con la entrada en vigor de los nuevos tipos impositivos, junto a una tendencia de ventas a la baja que se prolonga durante 27 meses ha provocado que los pequeños empresarios pongan el grito en el cielo.Continuar leyendo