Se veía venir. La subida del IVA que ha entrado en vigor en septiembre no traería buenas consecuencias para el sector de pymes y autónomos.
Este último colectivo se ha lanzado en tromba a reclamar medidas que permitan “salvar” la actividad comercial tras los datos de ventas en el comercio minorista conocidas esta semana: El desplome de esas ventas en un 12,6% en septiembre, coincidiendo con la entrada en vigor de los nuevos tipos impositivos, junto a una tendencia de ventas a la baja que se prolonga durante 27 meses ha provocado que los pequeños empresarios pongan el grito en el cielo.
No es fácil que las distintas organizaciones de autónomos se pongan de acuerdo. Pero, en esta ocasión, ATA, UPTA y Uatae han coincidido en pedir un plan para evitar que siga la ‘sangría’.
«El comercio minorista se hunde poco a poco y, si el Gobierno no lo remedia con políticas de ayuda urgente, desaparecerá en los próximos años», advierte UPTA, que, además de los efectos del incremento fiscal, alude al «error incomprensible» que, a su juicio, se ha cometido con la ampliación de los horarios comerciales.
Uatae reclama la puesta en marcha de mecanismos que ayuden a los autónomos a superar una crisis que no termina de estabilizarse ni de afectarles aunque, pese a todo, se esté haciendo un esfuerzo por mantener el empleo a pesar de las «alarmantes» caídas de ventas.
Otra organización, ATA advierte de que la caída interanual de las ventas ha sido la más alta desde que comenzó la crisis, un descenso que atribuye al «duro golpe» para el consumo que ha supuesto la subida del IVA.
Las organizaciones de autónomos hacen hincapié en los datos sobre la evolución del empleo, que reflejan que las grandes superficies redujeron la ocupación un 3,4% en septiembre, mientras que los comercios unilocalizados «mantienen su tendencia estable», con un descenso del 0,8%.
Y la tendencia no ha terminado, la Confederación Española de Comercio (CEC) ha advertido de que el desplome de las ventas del comercio minorista ha sumido a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos del sector en una situación «catastrófica, dramática e insostenible», que va a provocar que en los próximos meses se vean obligadas «no al cierre, sino al abandono de su actividad comercial».
El presidente de la CEC, Manuel García-Izquierdo también apunta a la necesidad “urgente” de que el Gobierno adopte medidas que generen confianza en el consumidor y que este, por tanto, termine comprando.
En concreto, demanda un plan para el pequeño y mediano comercio «serio y riguroso», que se adapte a las necesidades del sector y que contemple medidas de carácter fiscal, laboral, financiero, de formación, competencia desleal, ahorro energético y de seguridad.
La CEC señala que ya advirtió de que la subida del IVA tendría «efectos demoledores sobre el consumo», a pesar de que la «inmensa mayoría» de los comercios han asumido el incremento.
«Es inconcebible que la política económica de nuestro país esté marcada exclusivamente desde el Ministerio de Hacienda por medidas de carácter fiscal, sin tener en cuenta el impacto en la economía real», apunta García-Izquierdo.
El clamor es patente, ahora habrá que ver si realmente se toman las medidas que están reclamando los pequeños empresarios.
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